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jueves, 13 de enero de 2011

ORATORIA

TALLER DE ORATORIA
MODELO ONU


La oratoria
La oratoria es el arte de persuadir o convencer a un auditorio de la “verdad” de nuestros planteamientos, propuestas o ideas
Sócrates afirmaba: “todos saben hablar bien de lo que saben”. Por eso para dirigirse a un auditorio hay que tener conocimiento del tema que se presenta.
No es una condición necesaria, pero un buen orador debe procurar ser elocuente y esto significa:
  • Hablar con claridad
  • Convencer  a otros de nuestra verdad.
  • Ofrecer razones o argumentos. Para convencer se deberá razonar, ofreciendo datos, señalando errores, descubriendo equívocos, demostrando una hipótesis, etc.

Para realizar un buen discurso se requiere:
1. Personalidad.
  • Pronunciación o dicción. Se requiere una pronunciación clara. Por eso hay que combatir la tartamudez, el comerse palabras, la escasez de voz y la defectuosa articulación de las sílabas. Un buen orador no habla muy rápido ni muy lento, la rapidez provoca errores en la pronunciación y la lentitud aburrimiento del auditorio. Para mejorar nuestra pronunciación resulta un buen ejercicio hablar frente a un espejo e irnos corrigiendo, o grabar nuestra voz y volver a pronunciar el discurso, hasta que creamos que vamos por buen camino.
  • Las pausas. Realizar pausas es un buen método del orador, si son demasiadas interrumpen el discurso y hacen que los oyentes pierdan el sentido del argumento, pero sabiamente dispuestas, nos ayudarán a pensar mejor, a respirar, a generar una mejor atención del auditorio, a hacer esperar por algo importante que vamos a decir.
  • El subrayado o acentuación. Se trata de distinguir con una singular fuerza sílabas o palabras en las que se quiere que el oyente nos preste más atención. Si pronunciamos un discurso podemos hacer énfasis en ciertas palabras que pueden ser nuestras propuestas, o nuestras críticas a unas ideas que combatimos, nuestras conclusiones. Cada orador  puede escoger sus propias acentuaciones.
  • La voz. El tono de voz se elige de acuerdo al sitio en donde se pronuncia el discurso, a los oyentes y al tema. Un tono alto es adecuado para auditorios grandes, el tono medio para conferencias o informes y el tono bajo para conversaciones. La entonación alta hay que reservarla únicamente para los casos en que sea estrictamente necesaria, por ejemplo en los énfasis del discurso. Los discursos tradicionalmente se inician con un tono bajo y se va ascendiendo paulatinamente al tono intermedio, luego subirlo para hacer los énfasis y volver al tono bajo, para luego volver a subir y así sucesivamente.
  • Los ademanes o gestos. El orador debe evitar el exceso de gestos o ademanes debido a que los oyentes terminaran por ponerle más atención a los gestos que a las ideas que se expresan. Pero eso no significa que el orador debe quedarse quieto, un movimiento de las manos que acompañen al aumento de nuestro tono de voz, puede resultar muy apropiado. Una mano en alto para hacer llamados de atención o para convocar a los oyentes a realizar algo que vamos a proponerles, resulta muy eficaz, etc.
  • La serenidad. Los oradores principiantes deben evitar el miedo, y para ello es necesario prepararse adecuadamente. Por eso se hace necesario hacer pausas, respirar para relajarnos, saber de lo que hablamos, etc.
  • La memoria. Un orador debe retener en su mente los principales argumentos de su discurso, los elementos claves o las ideas fundamentales que quiere comunicar.

2. El discurso.
  • El tema: Hay que prepararlo, elegir la idea motriz, los subtemas, escoger los datos que vamos a ofrecer, los principales argumentos que sustentarán nuestras ideas o propuestas. Se debe desechar lo inútil, o los argumentos que consideramos débiles.
  • Escribir el guión: En este momento se hace necesario escribir los puntos principales del discurso que vamos a expresar.
  • Decir de memoria el discurso: Teniendo en cuenta el guión.

3. Partes del discurso.
  • Introducción: Presentación del problema
  • Cuerpo: Los argumentos, acompañados de las pruebas o datos que ofrecemos al oyente para convencerlo de nuestra idea.
  • Recomendaciones u observaciones posibles: Es el momento de las propuestas o recomendaciones que le hacemos a los oyentes.
  • Resumen final: Es el momento de expresar lo fundamental de nuestras ideas o propuestas.

Recomendaciones
  • Mantenerse sereno, respirar cuando se hace una pausa, hablar con claridad y en tono audible.
  • No meta las manos en los bolsillos, ni juegue con objetos mientras habla.
  • Sonría de manera espontánea
  • Realice gestos amables que le agraden al oyente
  • Muestre dominio, haga que sus argumentos y datos sean convincentes para el oyente.
  • Mantenga su cuerpo recto, no se pasee por el auditorio
  • Sea cortés, de las gracias cuando sea necesario. Salude al público y a las personas que presiden el acto
  • Utilice el humor para cautivar al público
  • Al subir a la tribuna, o al bajar de ella hágalo pausadamente, sin precipitaciones, celeridad o nerviosismo. Denote en todo instante dominio, control y serenidad.
  • Si le hacen una pregunta y lo toman por sorpresa, pídale a su interlocutor que la repita, mientras usted piensa.
  • Anote siempre los datos de difícil memorización
  • Elabore siempre un pequeño guión que le permita ordenar sus ideas.
  • Evite el enojo o la ofensa.
  • Mire al público, recorra con su mirada el auditorio, trate de demostrar interés por el oyente.
  • Haga que sus palabras se acompañen de movimientos de las manos, sobre todo en los momentos claves del discurso.
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1 comentario:

  1. creo que llego unos años tarde jejeje pero bueno si a alguien le he pasado como a mi os recomiendo mirar el Máster en comunicación de unidema que lo he encontrado por casualidad y tiene buena pinta

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